jueves, 12 de agosto de 2010

Dedicado al Turco Tangir



No te conozco mucho, Osvaldo.
Apenas hemos compartido 5 o 6 reuniones. Algún que otro asado.
Pero siempre sentí un respeto y una amabilidad hacia vos, cómo si nos conociéramos de muchos años atrás. Y sobre todo, sentir que siempre irradiabas un compromiso político indudable.
O sea, sentirte un verdadero compañero.
Un amigo.
Y en este momento que estás pasando, Turco Tangir, no me animo a pegarte un tubazo.
Será por verguenza. Será por respeto.
No sé.
Sólo quiero hacerte llegar desde este pequeño espacio mis mas sincero abrazo, fuerte y compañero.
Y como sé que sos un tanguero irremediable, este obsequio para vos, para tratar de hacernos sentir menos solos y tristes, en esta noche de garúa, fané y descangallada.
Para vos Turco, con mi mas sincero sentimiento.

2 comentarios:

Silvia Ca dijo...

llamelo al Turco, un llamado compañero ayuda a recomponer el alma, Siempre!
un beso

Roque Baruyo dijo...

Querido Diego, compañerazo, y si me permite, amigo: Tenía el otro día su su benéfica presencia rondándome. Estuve protegido y acompañado por usté y los otros cumpas que se apersonaron a esa penúltima estación a despedir al Marce, primo, hermano, amigo, compañerazo al que le hubiera gustado conocer. Fue un valiente, un luchador, como lo es usté.
De alguna manera irá sabiendo de él de aquí en más. Ese chabón no fue cualquiera. Verá.
Gracias, querido, por su sentimiento fraterno, que es compartido y recíproco. Es tan bueno saber que está ayí...