lunes, 3 de agosto de 2009

El gran desafío.




Haciendo el recorrido diario de lectura de la blogósfera compañera, y luego del resultado de las elecciones del 28 de junio, hay,al menos, dos puntos de coincidencia en el relato general: El primero es la necesidad de profundizar aún mas el compromiso con el proyecto nacional; un abanico de ideas que van desde la autocrítica de los errores no forzados cometidos en los últimos tiempos, pasando por el armado de nuevos espacios síndico-políticos-sociales (o fortalecer los ya existentes) hasta la necesidad imperiosa de defender los logros realizados y conseguidos en estos 6 años. Uno de los logros mas importantes es haber devuelto palabras tales como política, compromiso y militancia, entre otras, a la escena nacional.

El segundo punto de coincidencia, en el cual empiezan a asomar voces haciendo análisis profundos y sumamente inteligentes, es, a mi manera de ver, el nodo falencial del proyecto kirchnerista: la falta de construcción de poder popular. Creo que haberse embarcado en una pelea frontal contra el establishment agroterrateniente y su vocero principal, el Dispositivo Terrorista Mediático, sin tener sobre sus espaldas el apoyo incondicional de las clases populares (como en el caso de Evo Morales o Hugo Chávez, por citar ejemplos a vuelo de pájaro), fue un error no forzado letal. A pesar de las repuntadas como la nacionalización de Aerolíneas y de las AFJP, hechos de tremenda importancia simbólica y pragmática a la vez, la verdad es que estos hechos pierden importancia cuando, por ejemplo, sigue existiendo un elevado nivel de pobreza, la informalidad de los trabajos es cada vez mayor y, para dar un ejemplo concreto (que se citó en la última reunión bloguera): no puede existir una garrafa de gas a $38. Pesos mas, pesos menos, no es lo importante: lo que no puede seguir ocurriendo en un gobierno peronista es que la justicia social pierda su potencialidad, que sale en ganadora desde el discurso pero al llegar al barrio se pierde en el fangal.
Ejemplos como éste son los que podemos seguir citando y aquí radica parte del veredicto popular en las urnas; no sólo nos ganó el Dispositivo, no sólo nos ganó la clase media individualista y con memoria cortoplacista, sino que nos ganó nuestra imposibilidad de plasmar el discurso en los hechos concretos y cotidianos: en Bs.As, gran parte de los sectores mas relegados han elegido la opción de un candidato vacío, hueco y enemigo de sus intereses.

Todo este discreto análisis es para confluír en lo que venimos discutiendo con varios compañeros: en este último tramo de gobierno, hay que profundizar el regreso a las fuentes: si lo quieren aggiornados, bienvenido, sino, clásico y a la bolsa, pero no pueden esperar mas la vuelta de las Fundaciones Eva Perón y su gigantesca obras, las Escuelas de Formación Política, las Escuelas Obreras, etc. y, todo esto, con un gran andamiaje comunicacional: es decir, publicar hasta el cansancio la Obra Pública Oficial.

Necesitamos recuperar a nuestras bases, las que son peronistas por identidad, por herencia, por el cuadro de Eva en el cuarto de la abuela.
Pero el reenamoramiento no sólo es discursivo, sino que,ahora mas que nunca, peronismo tiene que ser la garrafa de gas a $5.

1 comentario:

Mariano T. dijo...

No lo hicieron cuando nadaban en plata...ahora lo veo más jodido.